Dr. Jairo Orlando Porras Briceño
El Fiscal Ambiental, Delegado, Agente Fiscal, Agente del Ministerio Público o Promotor Fiscal, como se le conoce en otros países, lleva materialmente la dirección de la investigación criminal y el ejercicio de la acción penal pública. Por distribución laboral, le corresponde desarrollar directa y concretamente en un proceso penal, las funciones y atribuciones consagradas por el artículo 250 constitucional de los casos ambientales que llegan a su conocimiento.
La forja de carácter del Fiscal Ambiental en Colombia es tan compleja como la de los niños, los jóvenes, o la de un ciudadano recóndito. Se trata de un proceso fundamental. El enfoque de los delitos ambientales trasciende al silencio de los componentes ecosistémicos propiamente dicho.
La Fiscalía General de la Nación cuenta con un modelo estándar de acuerdos, compromisos y protocolos éticos. Son estilos de dirección bajo los cuales se estructura el Código de Ética. Este reúne los principios, valores y directrices que sirven como referencia para la aplicación de la gestión ética de sus miembros. Igualmente, los compromisos éticos de la alta dirección para la gestión integral, eficiente y transparente, que a manera de disposiciones voluntarias, de autorregulación, son promulgadas ante diversos públicos y grupos de interés.
Entonces debemos preguntarnos: ¿basta con la regulación general, misional, para que un Fiscal Ambiental actúe debidamente? Claro que no. A lo largo de la vida laboral se evoluciona, madurando y toma decisiones con base en la formación personal y luego se acude a las predisposiciones institucionales que amoldan el carácter. Los logros se reflejan en uno u otro sentido. Solo cuando hay acuerdo entre lo institucional y lo personal, los resultados van a ser mejores.
Las predisposiciones se exteriorizan en la forma de actuar. La prudencia, el compromiso, la entrega, la humildad, la bondad, la honestidad, y el cariño por lo que se hace. En materia ambiental, las predisposiciones arriban de varias formas. El estudio de otras disciplinas es una de ellas. La biología, la ingeniería ambiental, la química, la ecología, la filosofía, la antropología etc, nutren cotidianamente los saberes. Sin embargo, lo que más aporta es el contacto directo con las comunidades, los líderes ambientales, con los estudios y los datos que a diario son tabulados para concluir que hoy tenemos menos ambiente que hace una década, por ejemplo.
Ser Fiscal Ambiental implica defender la legalidad pública en derechos colectivos, cuyos parámetros éticos se encuentran circunscritos por la institución y con profundidad por las dinámicas sociales en los territorios. Fenómenos como la deforestación por explotación ilícita yacimientos mineros, acaparamiento de tierras, ganadería extensiva, cultivos ilícitos, tráfico nacional e internacional de oro y especias fáunicas y florísticas son algunas aristas. Su estudio y abordaje dependen en gran medida de las predisposiciones de quienes ostentan dirección en las instituciones. Sobre todo, de quien direcciona el ejercicio de la acción penal.
Los componentes ambientales dependen en gran medida del desarrollo de las virtudes de aquellos que los cuidan y defienden, lo que se traduce en una dosis superior para generar efectos positivos institucionales. Todos sabemos que actuar bien, es buscar el aretaí griego, es decir, la excelencia. Desde luego, no la excelencia individual, esa no existe, o por lo menos es difícil encontrarla. Se trata de la excelencia colectiva.
El aretaí o arete, resulta relevante para desarrollar la vida ambiental porque de alguna manera está en nuestras manos continuar esa forja colectiva. Los recursos naturales solo se pueden defender cuando el carácter colectivo está involucrado. Cuando se masifica la templanza, el sacrificio, la responsabilidad. De lo contrario, la desconsideración, el orgullo, la falta de autoestima colectiva y la violencia ambiental determinan un retroceso sin fin. Siendo así, la ética del Fiscal Ambiental toma relevancia en cuanto no es subjetiva, sino intersubjetiva, entre varios.